¿Quién soy ?

Soy Stefano Bonanno, me identifico como yogui, deportista, terapeuta y emprendedor, con una profunda pasión por el crecimiento personal y una constante búsqueda de evolución. A través de nuevas experiencias y desafíos que me propongo, aprendo diariamente cómo ser un mejor ser humano.

Luego de muchos años recorriendo un camino de consciencia, me siento inspirado a acompañar a quienes también emprenden esta travesía. Estoy dedicado a ayudar a otros a tomar control de sus vidas y a crear su realidad de manera consciente, compartiendo las herramientas que han enriquecido mi evolución personal y profesional a través de mis sesiones y programas de acompañamiento.

Me considero una persona curiosa y empática, con dones naturales para la escucha activa y la creación de espacios seguros. Valoro la quietud y el movimiento como elementos cruciales de nuestro estilo de vida, y creo que es importante tener claridad sobre quiénes queremos ser en el futuro, pero aún más crucial es saber disfrutar del presente, del aquí y ahora.

Mi formación con diversos maestros y en distintas disciplinas ha fortalecido mi metodología, que integra entrenamiento físico, mental y espiritual, incluyendo prácticas de yoga, técnicas de respiración y meditación, junto con la Bioexistencia Consciente y el Coaching Cuántico. Mi enfoque holístico está diseñado para ayudar a las personas a desbloquear su potencial, alcanzando un equilibrio interno que les permita apreciar y agradecer su pasado, disfrutar plenamente del presente y proyectar un futuro con entusiasmo.

Mi misión es inspirar a otros a vivir de manera saludable y consciente, reconociendo su poder como creadores de su realidad y disfrutando la armonía en sus vidas.

¿para qué hago lo que hago?

Durante la última década, me consideré un buscador espiritual, participando en diversas formaciones, retiros y ceremonias con plantas sagradas, entre otras experiencias profundas. Estas experiencias me han llevado a donde estoy hoy, pero ya no me veo como un buscador, pues creo haber encontrado lo que buscaba: una convicción profunda de que Dios habita en mí, una realidad que experimento y recuerdo cada día.

Durante mi primer retiro de meditación Vipassana, un sueño revelador cambió mi percepción de la vida. Al despertar, ya no necesitaba buscar fuera lo que siempre había estado dentro de mí. Paralelamente, me encontraba transitando el camino de Humano Puente, un sendero de consciencia que nos ayuda a comprender que somos creadores de todo lo que nos sucede, que nuestro cuerpo y realidad son uno y que creamos a partir de nuestras memorias inconscientes.

En este camino, aprendes a reconocer tu lado biológico y te das cuenta de que todo lo externo es creado por y para ti. Somos biología en constante evolución, repitiendo patrones que nos han dado vida y evitando aquellos que nos han llevado a la muerte o a la separación. Con el tiempo, descubres cómo las historias de tus ancestros viven en ti, influyendo en tus experiencias y comportamientos actuales.

Al comprender que constantemente estás creando, empiezas a notar las causalidades y sincronías que te conectan con tu lado espiritual, guiándote hacia tu propósito vital, aquello por lo que existes. Este propósito está íntimamente ligado a tu mayor síntoma, aquello que te impide vivir plenamente. Tu síntoma es un regalo del universo, porque detrás de él se encuentra el mayor secreto que puedes descubrir en tu vida. Cuando comienzas este camino, dejas de quejarte y de juzgar, y empiezas a agradecer por existir. Asumes tu responsabilidad personal y valoras tu síntoma, porque te da la información que necesitas para comprender mejor quién eres y por qué estás aquí.

Hoy, como consultor de Humano Puente, y tras haber trabajado en varias de mis historias del pasado, puedo afirmar que esto es algo tan lógico y poderoso que te cambia la vida por completo. Sanar un síntoma no es sólo aliviar un dolor físico, mental o emocional; sanar un síntoma es sanar tu vida, porque comprendes el propósito de tu existencia y empiezas a ver la vida con nuevos ojos, más despiertos que crean nuevas realidades que nunca dejarán de sorprenderte.

Después de emprender varios proyectos, he decido que es momento de comenzar el más importante: mi marca personal. A través de ella, transformo mis pasiones, intereses y dolores en mi profesión, deseando servir y colaborar con mi entorno, resonando diariamente con mi ser biológico y espiritual, en constante evolución y transformación.

Como proyector, siguiendo el camino de mi Diseño Humano, me siento llamado a ser guía y acompañante tanto en lo individual como en lo colectivo, en lo personal y en lo profesional. Mi deseo más profundo es ayudar a otros a sanar su universo, volviéndome más consciente en el proceso. Somos uno, pequeños fractales de una gran fuente. Al unirnos con la intención de sanar y evolucionar, logramos cambios extraordinarios.